¿Aguas Abiertas?

Estoy en un café esperando entregar una venta, muy emocionada porque por fin decidí ir a nadar con el grupo de Aguas Abiertas, a pesar del malestar en la garganta que me había detenido. Me armé de valor de manera consciente, considerando las posibles consecuencias.

Ver todos los días videos en YouTube sobre consejos, equipo necesario, testimonios de antes y después, ejercicios de respiración, entre otros, me ha ayudado a mantener el ánimo. No me malinterpreten, nadar es algo que he hecho desde niña y, para mí, es como andar en bicicleta: algo fácil y placentero.

No recuerdo cuánto tiempo estuve solo participando en breves comentarios en el grupo de WhatsApp. En las conversaciones se percibía un ambiente agradable, pero entrar al mar no es un juego de niños. Siempre he estado en contacto con el mar, y es uno de mis grandes placeres. Si alguien me contratara para estar en el mar seis meses, sin dudarlo respondería: ¡Sí! ¿Dónde firmo?

Desde el momento en que escuché las palabras "Aguas Abiertas", algo en mi interior brincó. Aún recuerdo la emoción, un fuego invisible en mi corazón. A pesar de no conocer el término, me di a la tarea de buscarlo en Google. Cuando pregunté a quien lo mencionó su significado, me respondió en un tono burlón: "pues aguas abiertas". No me sentí cómoda para seguir preguntando.

Cada mañana despertaba imaginando que nadaba temprano y me repetía: "¡Puedo, yo sé que PUEDO!" Recordé las veces que entré con mi papá a ríos, mares, lagos y albercas. Siempre lo hacía con seguridad; no recuerdo haber sentido miedo o preocupación, solo la sensación de no querer salir.

Me di cuenta de que necesitaba un traje de baño diferente al que compré, además de goggles, una boya, un wetsuit, aletas y algunas cosas más. Realmente no es necesario comprar todo desde el principio, pues un buen wetsuit cuesta más de $2,000 MXN. Lo importante es empezar. Ver videos de nadadores en mares, ríos y lagos en otros países me abrió posibilidades y reafirmó que este deporte me dará mucho más de lo que imaginaba.

Hoy celebro haberme despertado y puesto el wetsuit, a pesar del dolor de garganta. Siempre habrá obstáculos, pero ya no había razón para esperar más tiempo. Por lo que he visto y leído, nadar en aguas abiertas me haría más bien que mal. Y efectivamente, así fue: la garganta no empeoró, sané y sentí que algo dentro de mí se limpió.

Todo se puede vencer, todo se puede lograr. Hoy el sol fue testigo de que salí ganando con una experiencia inolvidable. Sin conocer bien la dinámica del grupo, entré al mar y, para mi sorpresa, estaba sumamente tranquilo, como si me dijera: "Ven, Katy, no te voy a morder... quizás después, pero hoy no". Hago un paréntesis: el mar abierto no me asusta ni me provoca ansiedad o miedo. Su inmensidad y fuerza son atributos que me fascinan, y creo que se debe a que mi papá me llevaba a lo profundo sin miedo. Aunque no diría que es lo mejor, como dice mi madre: "Al mar se le respeta".

Logré nadar 610 metros. No es mucho comparado con la última vez que nadé 2 kilómetros, pero en este tipo de nado es necesario llevar una boya.

Imagen tomada de Google Maps

Esos metros me hicieron feliz como una lombriz. El objetivo del día era evaluar mi resistencia a la temperatura (que no fue un reto), revisar el ajuste del wetsuit (tengo talla M, pero quizás debería comprar talla L), analizar mi rendimiento y técnica (definitivamente necesito ayuda), y observar mi respiración para tener una referencia de mi punto de partida, porque sé a dónde quiero llegar.

¿Solo nadar fue agradable? ¡Para nada! Al final, me quedé platicando con Esther y poco a poco se fueron uniendo los demás participantes de Aguas Abiertas de Ensenada. Compartimos comida y bebida caliente, nos reímos y convivimos. Conocerlos me animó a continuar y me hizo ver que nunca es demasiado tarde para empezar.

Si queremos un cambio en nuestra vida, necesitamos responsabilidad y proactividad, tomando pequeñas decisiones, así como integrando nuevas amistades y explorando nuevos ambientes.

"La fuerza y el crecimiento llegan solo de la mano de la lucha y el esfuerzo continuo." —Napoleon Hill

Con la adrenalina y la oxitocina a tope, digo: ¡GRACIAS! Nos vemos el próximo martes.

¿Quieres nadar a mar abierto y vives en Ensenada, B.C. México? Aguas Abiertas de Ensenada

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